Concurso de acreedores en España: requisitos, plazos y fases — guía práctica para decidir a tiempo
Cuando la empresa empieza a pagar tarde, el tiempo juega en contra: nóminas, alquileres, proveedores y bancos aprietan a la vez. El concurso de acreedores ordena el ruido, protege lo que tiene valor y permite cerrar con seguridad lo que ya no lo tiene. El primer movimiento es de supervivencia: preservar caja y ordenar papeles. Radiografía de tesorería, contratos críticos y cronología de impagos en 48–72 horas, y decisión: continuidad o liquidación con método. Si necesitas foco inmediato, habla con abogados especialistas en concurso de acreedores para alinear mensajes, preparar documentación y presentar un expediente impecable.
Requisitos del concurso de acreedores y documentación necesaria
La insolvencia puede ser actual (no puedes pagar obligaciones vencidas) o inminente (no podrás cumplir pronto). El administrador debe actuar con diligencia para evitar responsabilidades por agravar el déficit. La solicitud requiere memoria, inventario de activos, lista de acreedores por clases, cuentas y un informe de tesorería con semanas, no deseos. Antes de mover ficha, conviene dominar la diferencia entre concurso de acreedores voluntario vs necesario porque condiciona tiempos, control de gestión y estrategia de negociación.
Fases del procedimiento concursal y plazos orientativos
Convenio vs liquidación: impacto en la continuidad
Con el auto de declaración se frenan ejecuciones singulares y entra la administración concursal. Se fija masa activa y pasiva, se revisan créditos y se emite el informe. Luego, dos rutas: convenio (quitas, esperas y medidas operativas) o liquidación ordenada. Si el negocio es salvable, trabaja un preacuerdo con bancos y proveedores mediante planes de reestructuración para no perder semanas y llegar con una propuesta creíble que preserve empleo y clientes.
Prepack concursal y venta de unidad productiva
Cuando el patrimonio no cubre créditos contra la masa ni costes, puede encajar el concurso sin masa. Aquí el rigor documental es clave: inventario verificable, ausencia de operaciones sospechosas y cronología transparente de la crisis. No es un atajo para desaparecer: es un marco para cerrar con seguridad jurídica y minimizar riesgos para administradores y terceros. Contrasta requisitos y evita rechazos procesales en concurso sin masa: requisitos y efectos antes de presentar.
Procedimiento especial para microempresas y autónomos
Si eres microempresa o autónomo, existe un cauce específico que digitaliza trámites, estandariza formularios y reduce costes. La lógica: menos papeles, más decisión y un calendario que evita agonías. Hace falta disciplina: cash flow semanal, calendario de vencimientos, contratos clave y criterios objetivos para continuar o cesar. Si encajas por umbrales, estudia el procedimiento especial para microempresas y prepara conciliaciones bancarias, relación de bienes y un borrador de liquidación o continuidad.
